El estrés relativo a tus finanzas puede ser agobiante. Puedes sentirlo al descubrir que perdiste la billetera en un espacio público, al recibir una factura inesperada o al notar que no tienes suficiente dinero en tu cuenta para hacer frente a una emergencia.
A menudo este estrés tiene su origen en compromisos financieros inminentes o dificultades económicas, y puede causar muchos problemas (tales como ansiedad, trastornos del sueño, depresión, sentimiento de culpa y una sensación de pérdida de control personal). El estrés financiero puede llegar a abrumarte tanto que solo pienses en facturas y deudas pendientes.
Sin embargo, hay formas saludables de lidiar con el estrés financiero y evitarlo, y de lograr pensar de manera positiva acerca de tu situación económica futura.
El cambio empieza contigo. No lograrás controlar tus finanzas si no eres realista acerca de tus ingresos, tus limitaciones y tus metas. Para evitar o combatir el estrés financiero, debes determinar —y entender y organizar— tus ingresos, tus hábitos de gasto y tus deudas. También deberías sentirte orgulloso de dar este paso y de asumir el control de tu bienestar financiero.
Asume el control de tus finanzas. Escribe tus ingresos, lleva un registro de tus gastos y decide adónde quieres que vaya tu dinero. Elaborar un presupuesto te ayudará a determinar si gastas más de lo que ganas. De ser así, un presupuesto puede ayudarte a priorizar tus finanzas y ocuparte de ellas adecuadamente.
Es mejor enfrentar tus miedos sin rodeos y evaluar tu situación. Reúne y organiza las facturas y tus gastos por fecha o monto adeudado. Puedes usar papel y lapicera para llevar un registro de las facturas. También hay aplicaciones que pueden ayudarte a darles seguimiento. Elije el método más apropiado a tu estilo de vida.
En la vida nos tropezamos con imprevistos, es así. Inesperada y fácilmente podríamos endeudarnos y no estar seguros de cómo resolverlo. Un fondo para emergencias permite solventar gastos inesperados. Planificar con tiempo y empezar a concentrarte en ahorrar poco a poco para contar con un fondo para emergencias puede ayudarte a evitar el estrés que uno siente en situaciones en las que se necesita dinero, pero no se tiene mucho.
Si te resulta difícil administrar tus finanzas solo, busca ayuda práctica en otros lugares. Podrías inscribirte en cursos de finanzas, pedir a amigos en quienes confías que te aconsejen sobre los métodos que usan para administrar su dinero o recurrir a la ayuda de asesores financieros para elaborar un presupuesto y una estrategia de ahorro.
No hay que tener vergüenza de pedir ayuda, pero asegúrate de recurrir a una fuente digna de confianza y legítima, y que tenga presente qué es lo mejor para ti.
Cabe destacar que hay otras formas de lidiar con el estrés financiero. Hacer ejercicio o yoga, meditar y dedicarte a tus pasatiempos —como cocinar o leer— son todas maneras de paliar el estrés cuando te sientas abrumado. Así, puedes desconectarte de tus preocupaciones y dejar que tu mente y cuerpo se relajen y disfruten de una bocanada de aire fresco. Cuando uno está estresado, es una buena idea tomarse un tiempo para reorganizarse, planificar una estrategia de acción y luego hacerle frente a sus finanzas.
El estrés financiero puede ser abrumador y hacerte sentir como si fuera el fin de mundo, pero no es así. Hay formas saludables de abordar el estrés financiero y estrategias prácticas de administración monetaria para evitarlo. La Red YLAI alienta a todos a trabajar para entender el estrés financiero y las muchas maneras de superarlo a medida que avanzan hacia el bienestar financiero.